Cuando la motivación aparece, todas las ideas aparecen de golpe, un mundo de creatividad al alcance de varios clics de ratón, de una grabación de audio, elementos plasmados en una guitarra o un piano y canciones tarareadas surgiendo sin más. Se trata de una motivación por algo, por llegar a algo, por obtener algo.
Esta motivación es justo lo que se necesita para ser un buen músico, un buen piloto de avión o un cantante profesional, sea cual sea la profesión, siempre es bueno que vaya acompañada de una gran motivación.
Mientras la motivación está presente, todo es mucho más fácil y se abrirá un mundo nuevo ante nosotros, pero…
¿Qué pasaría si la motivación se disuelve? ¿Por qué pasa esto?
Cuando la motivación desaparece, el trabajo aumenta, todo se torna gris y la desmotivación y desganas se apoderan de nosotros. Esto pasa hasta en las mejores familias como se suele decir, el mundo se desborona ante nuestros ojos y perdemos toda esa creatividad.
¿Por qué? ¿Por qué tanto motivación se ve desvanecida y reducida a cenizas en un abrir y cerrar de ojos?
Podríamos hablar de psicología pero aun así creemos que se basa en algo más profundo del ser, estar motivado no es fácil, no es gratis.
Se está motivado cuando tenemos un objetivo, cuando queremos llevar nuestros proyectos al exterior y darnos a conocer, ahí empieza una gran motivación, pero una vez lo logramos, si no la sabemos cultivar esta desaparecerá sin avisar.
El video que verá a continuación es una muestra de lucha y valentía, de un gran y famoso compositor, Sting, el cual explica cómo sin más en su vida después de años y años de trabajos la motivación por hacer canciones desapareció, dándose cuenta que para que volviera tenía que volver a sus inicios y vivir nuevamente aquello por lo cual luchaba, por lo cual estaba motivado, aquel objetivo o meta a la que quería llegar desde que nació.